sábado, 23 de noviembre de 2013

ANDRZEJ DRAGAN.
Algunas personas dicen que los buenos retratos revelan alguna verdad oculta del modelo retratado. Con tristeza, debo confesar que ese tipo de personas no encontrarán nada interesante en mis fotografías, simplemente porque no tienen ese propósito.” (Andrzej Dragan)
Andrzej Dragan (Varsovia, 1978). Estudió en Varsovia, y obtuvo becas en Amsterdam, Oxford, y Lisboa. Se doctoró cum laude en física cuántica en 2005. Galardonado por la mejor tésis de física en Polonia por la Sociedad Física Polaca (2001), fue becado por la Fundación Europea de la Ciencia (2001, 2002), por el Comite Nacional de Investigacion Científica (2002, 2003), premiado por Jóvenes Estudiante de la Fundación para la Ciencia Polaca (2003, 2004), obtuvo la beca “Quédate con nosotros” de Polityka, la más importante revista polaca (2004). Realizó conferencias y seminarios en Amsterdam, Cracovia, Glasgow, Minsk, Munich, Oxford, St. Andrews, Varsovia y Tokyo. Es miembro de la secretaría científica del comite organizador de las Olimpiadas Científicas, y actualmente trabaja como profesor adjunto de física en la Universidad de Varsovia. Nunca probó el café. En el pasado Andrej Dragan obtuvo numerosos premios naiconales e internacionales en concursos de composición musical. desde 2003 se dedica a la fotografía.
Dragan es un conocido fotógrafo especializado en retratos y que ha conseguido crear escuela con su peculiar estilo. Integra a la perfección la calidad de buenas fotografías con un tratamiento digital original y con un efecto dramático realmente sorprendente. Tanto es así, que ha creado escuela y se pueden encontrar muchas variantes a su estilo, imitadores y también seguidores, llegando a conocerse como“efecto Dragan” o “efecto draganizado”. Su trabajo de edición se basa en la saturación del color, sobreexposición selectiva y enfatización de los detalles, además de extremar la nitidez en los ojos y oscurecer los tonos de piel, aumentando las sombras.

Pero Dragan no es un fotógrafo al uso como el mismo nos cuenta: En primer lugar, permítanme dejar claro que a mi realmente no me gusta hacer fotografías, para ser realmente sincero, me disgusta. Suena extraño, lo sé. Cuando mis amigos me piden que les haga una foto  y me niego, se decepcionan, pero a mi simplemente no me gusta fotografiar. Incluso no soy neutral acerca de esto, en realidad me desagrada. Y, sin embargo, por alguna razón desconocida que todavía no he entendido, a veces me ocurre correr detrás alguien que realmente quiero fotografiar, porque su cara me resulta interesante, pero eso es bastante inusual. En un principio solo le pedía a él o a ella que me dejase tomar una fotografía después de una breve conversación con ellos que podría muy bien tener lugar en la calle, por ejemplo. Todo esto no suele tardar más de unos minutos. Luego, poco a poco he adquirido una actitud más selectiva en la elección de las personas con las que estoy interesado, y ahora hago una foto al mes. Podéis leer el resto de esta interesante entrevista