EVE ARNOLD
La fotógrafa estadounidense Eve Arnold falleció ayer a la edad de 99 años, según ha informado la agencia Magnum, de la que formaba parte.
Arnold es, sin duda, una de las mejores fotoperiodistas del siglo XX,especialmente por sus retratos. Por sus objetivos desfilaron protagonistas de la centuria pasada, como la reina Isabel II, Jacqueline Kennedy o Malcolm X.
Pero si por un solo trabajo hay que recordarla - siendo difícil en tan larga y excelsa carrera - es por el reportaje que hizo de Marilyn Monroedurante el rodaje de Vidas Rebeldes, en 1960. La fotógrafa siguió a la rubia platino durante dos meses, mientras estaba a las órdenes de John Huston y acompañada en el reparto por Clark Gable, otro guapo de solemnidad. La filmación, en pleno desierto de Nevada y con un calor insoportable, estuvo llena de problemas, desde las borracheras del director y la actriz, hasta la ruptura de Monroe con su marido, el escritor Arthur Miller.
Con semejante escenario, el trabajo de Arnold es una disección de todas las etapas por las que podía pasar Monroe detrás de las cámaras, desde su aspecto más infantil, algo depresiva, enfada, cansada, triste y sin faltar su aire de mujer seductora. La fotógrafa podía haber sacado el aspecto más desolador y hundido de la actriz, pero en todas las imágenes captadas por su cámara hay un gran respeto a la persona detrás del personaje público. "Si eres cuidadoso con la gente y si respetas su privacidad, te ofrecerán parte de ellos mismos que tu podrás usar", contaba en una entrevista en la BBC en 2002.
De padres emigrantes rusos, Eve nació en 1912 en Filadelfia, Estados Unidos. De joven se trasladó a Nueva York, donde empezó a interesarse en los años 40 por la fotografía, después de trabajar en una tienda de revelado. Fue en 1948 cuando se apuntó a un curso de fotografía de seis semanas en la New School for Social Research. Eso sí, con el fotógrafo y director de arte de Harper's Bazaar Alexey Brodovitch como profesor. Pronto comenzaría a trabajar en LIFE o TIME. Concluía la década de los 40 y el fotoperiodismo, con tipos como Capa o Cartier Bresson, vivía su época dorada.
Fue precisamente el francés Bresson el que quedó fascinado por uno de sus trabajos sobre la moda en Harlem, y decidió proponerla en 1951 para ingresar en la entonces recién estrenada y ahora mítica agencia Magnum.
La fotografía fue para Arnold una excusa para sus inquietudes más profundas. "Los temas son recurrentes una y otra vez en mi trabajo", decía en unas declaraciones recogidas por AP. "Había sido pobre y quise documentar la pobreza; había perdido a un hijo, y estuve obsesionada con los nacimientos; estaba interesada en política y esperé saber cómo afectaba nuestras vidas; soy una mujer y quise saber sobre las mujeres".
En las imágenes de Arnold está siempre presente el ser humano, con unos potentes retratos. Sin embargo la fotógrafa prefería captar el gesto que buscarlo y forzarlo. "Una sesión de estudio ofrece las mayores posibilidades de control", decía en un libro sobre su trabajo (Eve Arnold, Great Images of the 20th Century). "A pesar de que hay libertad total, todavía me disgusta la fotografía de estudio y las imágenes artificiales que se generan", concluía.
También es imprescindible en la obra de Arnold 'China', un extenso trabajo sobre el gigante asiático, y que fue objeto de su primera gran exposición en solitario en 1980, en el Brooklyn Museum de Nueva York.
En el año 2003 la reina Isabel II la hizo miembro de la Orden del Imperio Británico por sus servicios a la fotografía. Llevaba mucho tiempo sin tomar fotos, y por aquel entonces solo se dedicaba a leer a los clásicos como Tolstoi y Dostoevski.