jueves, 21 de marzo de 2013






















JOSEP MARIA RIBAS i PROUS
Josep Maria Ribas i Prous Barcelona, 1940

Cursó estudios de formación artística en la Escuela de Trabajo y los amplió en la Escuela de Arte del Centre de Lectura, de Reus. Sus inicios fotográficos, de la mano de su padre, fueron esencialmente de montañismo divulgativo. En 1958 da comienzo su iniciativa de impartir cursos de fotografía. Cuando se constituyó la Agrupació Fotográfica de Reus se integró en el grupo. Hasta el día de hoy ha realizado más de 1.500 intervenciones en coloquios, talleres, etc. En la AFR y en escuelas y universidades.

En 1979 crea los Archivos Históricos de la AFR sobre ermitas, arquitectura, etnografía, etc., para el que se han realizado 20 proyectos que han dado paso a la constitución de la Fototeca de Reus en colaboración con el Ayuntamiento de Reus, el IMAC, el Museo Comarcal Salvador Vilaseca y Caixa Tarragona, donde, entre 1990 y 1995, los depositarios del legado de los pioneros de la fotografía reusense han abierto sus fondos para mostrar mas de un centenar de exposiciones de recuperación. Realización que lleva personalmente Joseph María en su laboratorio procesando mas de 500.000 negativos y editando, en alta calidad mas de 28.000 copias.

En sus mas de 40 años de intensa actividad artística, posiblemente el autor español más laureado, ha obtenido más de 1.000 premios de primera importancia, más de 100 medallas de oro en salones internacionales, nombrado miembro de Honor de entidades y salones de prestigio del mundo entero, especialmente en los países de la antigua URSS, ganado todas las titulaciones de la Federación Internacional de Arte Fotográfico: Artista, AFIAP (1976), Excelencia, EFIAP (1981), Maestro, MFIAP (1985) y ESFIAP (1991).

Han publicado portafolios suyos todas las revistas del medio en España, Reino Unido, Bélgica, Checoslovaquia, Finlandia, Portugal, URSS, etc. Ha sido fundador y comentarista de la revista “La Fotografía”. Posee una extensa bibliografía en libros, catálogos y publicaciones especializadas. En 1983 con  casión de su exposición en el Centre de Lectura de Reus se editó un gran catálogo con gran parte de su obra antológica.

Todos los temas han causado interés en su búsqueda creativa. A los primeros pasos, puramente testimoniales de excursionismo, han seguido las obras de investigación técnica, el reportaje humano, el paisaje, el desnudo, el conceptualismo, el pictorialismo y los procedimientos primitivos llamados nobles (bromóleo, platinotipia, calotipo), el Polaroid transfer, la fotografía alternativa y un largo etcétera que no delimita su imaginación desbordante, su pasión por el trabajo y su amor a la fotografía.



La obra
Una reflexión sobre el arte pobre, contra todos los mitos y en favor de la autocrítica.
La técnica “pinhole” –de agujero de alfiler–, investigada por un reducido colectivo de nuestra sociedad fotográfica, fue base de trabajo para crear un ángulo de visión y para destacar de forma diferenciada la arquitectura Gaudiniana, tantísimas veces reproducida.

Gaudí nos dijo “para hacer bien las cosas, es necesario primero, el amor hacia ellas y segundo, la técnica.”

Quisiera trasladar parte de este mensaje, como reflexión sobre la situación en que está inmersa la línea y corrientes de actuación de nuestro mundo, mal llamado “amateur”.

Nuestra producción fotográfica, desde la post-guerra, ha sido esencialmente endogámica, plagada/alimentada constantemente de todo tipo de novedad que nos cautiva. Pero nuestro mayor pecado, del que desgraciadamente muchos somos culpables, es de haber creído que la estética, la perfección o la belleza son lo único esencial y motivo de mérito.

La belleza, la estética, la perfección...

Sinceramente, hoy por hoy, solamente el contenido, la inquietud, la investigación, el trabajo, la idea, el esfuerzo, la libertad, es lo único que me interesa del arte. Y en mi medio fotográfico, prefiero la verdad que buscan Manuel Barranco Martos, Joel-Peter Witkin o Gilles Berquet, a cuantos utilizan el malabarismo de la trampa del placebo de la perfección irreflexiva y estéril...

Véase un ejemplo, en desnudo, tiene más impacto de contenido, una fotografía tomada con cámara sencilla, o incluso compacta, que otra realizada con técnicas de suavizado y de “glamour”... ¿Por qué? Porque sencillamente, un exceso de técnica “enfría” este contenido hasta neutralizar su mensaje... Acaso ¿en reportaje pueden superarse las obras de Cartier Bresson? Su secreto: en la mayoría de veces, es su limpieza, austeridad y espontaneidad, incluso con el elogio de encuadres imperfectos. “El espíritu más elevado humano es escrupuloso, mira muy de cerca, rechaza todo aquello que se aparta de la Verdad”, Marcel Proust.

El movimiento de la fotografía pobre, que resurge, tiene cientos de miles de adeptos en todo el mundo como rechazo y respuesta a un abuso de tecnología, de comodidad, de irreflexión. Especialmente en una disciplina como la nuestra, de la que uno es consciente que existen personas que desconocen incluso el principio de la cámara oscura como elemento principal para la creación de imágenes.

Gaudí, también dijo: “Las formas expresadas con sencillez poseen más grandeza”